Parley Parker Pratt
Y El Joven Chileno.
A bordo del bergantín Dracutt en su viaje con destino a San Francisco de California, el elder Pratt tuvo la oportunidad de conocer y departir con un joven chileno que viajaba a hacer fortuna a California, y quien demostró mucho interés en el mensaje de nuestros misioneros.
El relato de este episodio en palabras del propio Élder Pratt es el que les presento a continuación:
“El segundo día de marzo nos embarcamos en este barco con destino a San Francisco, sin la suficiencia en el lenguaje como para dar vuelta la llave del evangelio todavía en estas naciones.
“Nos quedamos hasta agotar todos nuestros medios, buscamos y oramos diligentemen te para que nuestro camino se allanara, pero ni pudimos hablar el idioma lo suficientemente bien como para predicar el evangelio ni encontramos un medio para ganarnos la vida, así que se nos hizo necesario regresar a California mientras todavía estudiamos el idioma a bordo”.
“Tenemos un buen joven en el cabina que es muy útil para nosotros. El es chileno, lee y conversa con fluencia en español, está familiarizado con las escrituras, las cuales hemos leído y analizado”.
“El me pidió prestada mi Biblia en Español y la está leyendo de corrido. Le he hablado de nuestra doctrina, del bautismo, de la persecución a la Iglesia, del establecimiento en las montañas y del Libro de
Mormón”.
“También de los males del adulterio, la borrachera, el juego, y otros pecados…”
“El ha tomado todo esto con una muy buena disposición y habla de ir a las montañas con nosotros.”
“Lo que es muy notable para ser chileno, es que ni fuma ni bebe. El tiene algunos medios, y está viajando a California para hacer algunos más. Oramos en secreto para que Dios abra su corazón y nos lo de como una ayuda en el ministerio.”
No sabemos si este joven viajó o no a las montañas rocosas con nuestros hermanos, tampoco si llegó a ser bautizado en la Iglesia, pero si sabemos de su actitud receptiva ante las enseñanzas de los misioneros, actitud que hoy día se ve multiplicada en los miles de jóvenes chilenos que han aceptado las enseñanzas del evangelio restaurado en nuestra patria.
Que alegría sentiría el Élder Pratt al ver que sus esfuerzos misionales de hace 156 años atrás, hoy día se han visto multiplicados en miles de jóvenes y jovencitas chilenos que han aceptado el desafío bautismal y que han salido o se encuentran sirviendo misiones para el Señor.
Rodolfo A. Acevedo.
Santiago, Chile. 2007.